Conciencia sin limites - 14/14 (FINAL)

14

Las Cóndor estaban acopladas en el centro de la gran Estación Espacial Lunar en forma de rueda que giraba lentamente alrededor de su eje orbitando el satélite selenita. En una de las salas de conferencias, ubicada en la periferia de la estación en donde la gravedad era artificialmente emulada, los capitanes Liemman y Pessoa, se encontraban enfrentados en una acalorada discusión con varios representantes y directivos civiles y militares de la ASE, explicando el porqué de sus acciones e intentando justificar la destrucción de una de las "puertas". En otro compartimiento, el resto de la tripulación de las Cóndor, rodeaban a Mario y lo vitoreaban por su total recuperación, cuando en ese momento, un silbido indicó que alguien estaba al otro lado de la puerta. Elena se acercó a la puerta, activó un comando eléctrico que la hizo deslizar hacia un costado, miró a los nuevos visitantes y prontamente hizo retirar al resto de las personas. Cuando se retiraba y mientras la puerta se cerraba automáticamente, alcanzó a ver como Nancy y Mario se confundían en un fuerte abrazo acompañado de ojos llenos de lágrimas. El pequeño Marcos aún entrelazaba con sus brazos las piernas de Mario, cuando éste le daba a su amada esposa un dulce beso en la mejilla…


Mario se despertó, miró hacia el costado y encontró a Marcos durmiendo plácidamente entre él y su esposa. Los rayos del sol que llegaban a la superficie lunar, eran reflejados por ésta y por momentos, según la posición relativa de la estación, inundaban la pequeña habitación con un brillo albo que se desplazaba desde un costado al otro. Mario se maldijo a sí mismo por olvidar polarizar los cristales antes de dormir, extendió su brazo hacia una pequeña consola y entonces los cristales se oscurecieron menguando el reflejo lunar. Mario cerró sus ojos. En pocas horas sería entrevistado por el grupo directivo de la ASE y quería estar bien descansado para resultar lo más convincente posible en sus declaraciones e impedir que se cancelara el proyecto. El doctor Mario de Alesandro se durmió nuevamente y soñó que mediante innovadoras teorías físicas y abstractos conceptos relativos a la conciencia humana, lograba diseñar un escudo que aislaba la conciencia del universo y mantenía invariante la unión conciencia-cuerpo en sus viajes a través del hiperespacio. Soñó que él y cientos de seres humanos a bordo de una gran nave espacial se desplazaban instántaneamente de una galaxia a otra en búsqueda de planetas similares a la Tierra… Soñó que finalmente la raza humana se expandía por todo el universo…


FIN


Conciencia sin limites, de Claude Martín Brito
Es una historia corta realizada en 1999/2000.


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